El gran salto judicial: México estrena jueces electos, pero ¿independencia o control político?
Hoy México amaneció con toga nueva. En una ceremonia blindada en el Senado, 881 jueces, magistrados y los nueve nuevos ministros de la Suprema Corte tomaron protesta como parte de la primera elección judicial por voto popular. Una jornada histórica, sin duda… aunque con más preguntas que certezas.
Un evento histórico con poca gente en las urnas
El discurso oficial presume democracia. La realidad es que apenas 13% del padrón electoral salió a votar. O sea, una minoría decidió quién impartirá justicia a 130 millones de mexicanos. Bonito experimento democrático: más gente vota en “La Casa de los Famosos” que en la elección de ministros.
Hugo Aguilar y el simbolismo indígena
Al frente de esta nueva Corte está Hugo Aguilar Ortiz, abogado mixteco, quien recibió un bastón de mando en una ceremonia ancestral en Cuicuilco. El gesto es potente: inclusión y reconocimiento histórico. Pero no todos lo vieron igual: especialistas del INAH acusaron que el acto fue más “performance político” que tradición auténtica.
Aguilar promete que la Corte no se guiará “ni por el poder ni por el dinero, sino por el pueblo”. Palabras bonitas, sí. Pero la duda persiste: ¿y el pueblo, en qué momento confió si casi nadie votó?
Morena, con todo el control
El gran ganador es claro: Morena. Con ministros y jueces cercanos a la 4T y con Néstor Vargas Solano, aliado de Claudia Sheinbaum, encabezando el nuevo órgano de administración judicial, el tablero quedó pintado de guinda.
Lo que se anunció como independencia del pueblo huele más a dependencia del partido. Y mientras tanto, la oposición ausente: el PRI dijo que no iba a legitimar “esa farsa” y el PAN prefirió quedarse callado aplaudiendo con las manos en los bolsillos.
El adiós de Norma Piña
La ministra saliente Norma Piña dejó su último mensaje con una frase lapidaria: “La sociedad y la historia juzgarán a quienes hemos juzgado”. Traducido: yo me voy, pero ustedes verán cómo cargan con el desastre.
En Contacto Noticias lo dice claro
México dio un paso enorme, pero el riesgo es que haya sido directo al vacío. Cambiamos de Corte, cambiamos de nombres, cambiamos de rito… pero lo que sigue en duda es si cambiamos de justicia.
La independencia no se decreta ni se vota con baja participación. Se demuestra en los hechos. Y por ahora, lo único que queda claro es que Morena logró su sueño: una Corte a modo, con toga, bastón y un bonito moño de “histórico”.
El juicio verdadero no es el de hoy en el Senado. El juicio lo va a dictar la ciudadanía cuando vea si esta Corte defiende la Constitución… o solo defiende al poder.