Polonia denuncia intromisión de drones rusos y prende las alarmas de la OTAN
La tensión en Europa del Este volvió a encenderse luego de que el gobierno de Polonia confirmara la intromisión de drones rusos en su espacio aéreo, un hecho calificado como una violación “sin precedentes” a la soberanía nacional. Las autoridades polacas informaron que varios de estos aparatos no tripulados fueron derribados tras cruzar desde territorio bielorruso, lo que llevó a cerrar temporalmente aeropuertos y activar protocolos de seguridad militar.
El primer ministro Donald Tusk aseguró que se trata de una provocación directa de Moscú, mientras que la presidencia, en manos de Karol Nawrocki, habló de un ataque que pone en riesgo la estabilidad de toda la región. El tema no solo genera tensión interna —dada la división política entre liberales y conservadores— sino que también proyecta un nuevo desafío para la Unión Europea y la OTAN.
La carta del Artículo 4
Ante la gravedad del episodio, Varsovia invocó el Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, un mecanismo que obliga a consultas inmediatas entre los países aliados cuando uno de ellos siente amenazada su integridad territorial o su seguridad. Aunque esta cláusula no significa una respuesta militar automática, sí coloca la situación en la mesa de los líderes occidentales y eleva la presión diplomática contra Rusia.
Europa en vilo
Los analistas coinciden en que Polonia se ha convertido en la primera línea del frente europeo en el conflicto que arrastra la invasión rusa a Ucrania. La cercanía geográfica y la posición estratégica del país lo han convertido en destino de millones de refugiados y en una pieza clave de la defensa aliada. Ahora, con drones rusos sobrevolando su territorio, la amenaza dejó de ser hipotética y se volvió tangible.
Mientras tanto, la población polaca observa con incertidumbre cómo las disputas geopolíticas desembocan en hechos que podrían escalar hacia una confrontación de mayores dimensiones. La pregunta que flota en el aire es clara: ¿responderá la OTAN con firmeza, o Europa seguirá viviendo bajo la sombra de los drones rusos?